RoboDelSiglo_Especial

Episodio especial: La Argentina del robo del siglo

A mitad de temporada, el productor y presentador del podcast “El verdadero robo del siglo”, Mariano Pagella, conversa con el periodista Alejandro Marinelli, que en su día cubrió el caso para Clarín y mantuvo contacto con los implicados, sobre el contexto social, político y económico del golpe. Sobre todo, responden a la pregunta: ¿Por qué se trató a los ladrones como héroes?

TRANSCRIPCIÓN

Episodio especial: La Argentina del robo del siglo

 

Ariel Apolo: Era un día que yo había acudido a la Fiscalía temprano y desde… desde la apertura de la Fiscalía que es a las siete y media mañana, estaba llamando y tratándose de comunicar conmigo.

Mariano Pagella: Es el sábado 4 de febrero. Pasaron tres semanas desde el robo y de repente una supuesta testigo está intentando contactarse con el fiscal Ariel Apolo insistentemente. Apolo está a cargo de dirigir la investigación, porque el robo ocurrió en Acassuso, su jurisdicción. Las autoridades provinciales tienen toda la presión puesta sobre él. Su fiscalía es pequeña, no tiene mucho personal y rápidamente se ve sobrepasado. 

Ariel Apolo: Esta fue una circunstancia diferente, bueno, y que generó atención pública y la atención de los medios que seguía con bastante intensidad. A tal punto que yo, bueno, llegó un momento que les decía “Miren muchachos” (se ríe), a los periodistas y a las periodistas que me llamaban, que si los atendía a ellos no podía trabajar. 

Mariano Pagella: Los teléfonos de la fiscalía suenan constantemente con supuesta información sobre el caso. Están trabajando al tope de su capacidad… 

Ariel Apolo: Tuvimos hipótesis falsas todos los días. Todos los días. Y se chequeaba absolutamente todo. No descartamos absolutamente nada. 

Mariano Pagella: Esa decisión de no descartar nada los lleva constantemente a caminos sin salida, uno tras otro. El caso había logrado tanta atención que a veces al fiscal le llegaban denuncias surrealistas, como un vecino acusando a otro de ser el autor del robo porque le puso la música muy alta.

Ariel Apolo: Vos tenías un colombiano y un peruano que le tenías bronca, que era vecino tuyo, te ponía la música fuerte, entonces llamaban y decían, no se, “En tal calle, tal número de General Pacheco, un colombiano, un peruano…” Pero bueno, inmediatamente se mandaba a chequear esa información.

Mariano Pagella: Por eso, cuando ese sábado le avisan al fiscal Apolo que esa mujer está llamando constantemente para hablar con él, no le representa nada especial. Es una denuncia más de cientos que ya tuvieron.

Ariel Apolo: Era una persona que se comunicaba, que tenía interés de conversar conmigo, que me decía que bueno, que tenía datos para aportar respecto de este hecho.

Mariano Pagella: Después de tanta insistencia, Apolo finalmente habla con ella por teléfono. 

Ariel Apolo: No descartaba ninguna hipótesis, entonces, una vez que entabla comunicación conmigo, pido al personal de investigaciones que la vaya a buscar.

Mariano Pagella: La fiscalía no es muy grande, desde lejos parece una casa común. La mujer entra al lugar. Es de mediana edad. Tiene pelo rubio que le llega hasta los hombros. Pasa entre varios escritorios llenos de carpetas, legajos y papeles de todo tipo, y entra a la oficina de Apolo.

Ariel Apolo: Yo personalmente le recibo la declaración testimonial como testigo de identidad reservada… 

Mariano Pagella: …y cuando la mujer empieza a hablar dice algo que a Apolo lo deja muy sorprendido: Que su esposo es uno de los ladrones del Banco Río.

A la mujer se la ve nerviosa. Le cuenta al fiscal que su esposo es un ladrón de carrera y que lo conoció hace más de 10 años. 

Ariel Apolo: Bueno, nos empieza a contar y que fue uno de los partícipes y nos empieza a relatar del hecho, nos habla del uruguayo… 

Mariano Pagella: Apolo sigue tomando la declaración con cautela. Ya tuvieron muchas declaraciones similares, con denuncias que resultaron ser falsas. Pero por algunos datos que ofrece esta mujer Apolo sospecha que este testimonio puede ser diferente.

Ariel Apolo: Le informamos de la existencia  del sistema de protección de víctimas y testigos. Y ella, junto a sus hijos, decide ingresar al sistema. 

Mariano Pagella: Para el fiscal y la policía, esta mujer no sólo va a terminar siendo creíble. Será mucho más, porque su testimonio va a confirmar una compleja investigación que se está realizando en forma paralela, a cargo de un oficial con mucha trayectoria…

Hugo Matzkin: Yo soy el ex comisario general Hugo Gabriel Matzkin.

Mariano Pagella: Matzkin lidera una investigación que involucra un software desarrollado en secreto. Realiza el análisis de llamadas telefónicas, y descubre un error grave que cometen los ladrones.

Hugo Matzkin: Se llega por dos aristas realmente al esclarecimiento de este hecho. Por la famosa infidencia de una persona que declara y por la tecnología en forma paralela. Y tan fue en paralelo que el resultado que yo les voy a explicar en este momento, llegó el mismo día que se logra que una mujer diera la información sobre la banda.

Mariano Pagella: Mi nombre es Mariano Pagella. Y esto es El Verdadero Robo del Siglo. Una producción original de Adonde Media.

Episodio 3: El plan perfecto no existe.

Ariel Apolo: Bueno, fue una investigación muy minuciosa y bueno, un trabajo muy intenso, primero, no descartando ninguna hipótesis, ¿no?, que eso es lo que hicimos.

Mariano Pagella: El fiscal Ariel Apolo es el encargado de la investigación del robo. Tiene que registrar todas las pruebas del delito, analizar pistas nuevas e indicar al equipo de detectives qué investigar. Sus jefes le dicen que debe encontrar a esos ladrones, que es una prioridad absoluta.

Y esa tarea comienza el 13 de enero de 2006, el mismo día del robo, cuando la policía entra al banco y descubre que los ladrones se fugaron con el contenido de 145 cajas de seguridad.

Ariel Apolo: Cuando vemos el boquete, bueno, se empezó, digamos, a realizar los distintos dispositivos investigativos, porque era mucho lo que había que abordar en ese momento.

Mariano Pagella: Hasta ese momento, el “hecho” era una toma de rehenes. Y se trabajó en base a esos protocolos. Pero en cuanto descubren que los ladrones se fugaron, el “hecho”… se convierte en otra cosa. Y automáticamente se activa el proceso de investigación… de un robo.

Ariel Apolo: Se sacan fotos, se filma todo el lugar del hecho y los peritos en rastros empiezan a hacer el relevamiento, que tiene ser un relevamiento prolijo para ver si hay huellas dactilares. En este caso, imagínense, había 23 rehenes.

Mariano Pagella: En el subsuelo está todo revuelto. Las bóvedas de las cajas de seguridad tienen montones de papeles, documentos, cosas que estaban dentro de las cajas y que los ladrones no se llevaron. En la oficina del personal de limpieza, donde está el boquete, también está todo dado vuelta..

Ariel Apolo: Hubo que relevar todo eso, fijar o solicitar que se resguarden las cámaras de adentro del banco.

Mariano Pagella: Este trabajo lleva hasta las 5 de la mañana del sábado. Pasaron casi 15 horas desde el inicio del robo. Pero nadie va a dormir mucho esa noche, porque este no es cualquier robo.

Así que, apenas sale el sol, se pone en marcha uno de los operativos de investigación más importantes en la historia de la policía argentina. 

Carlos Gonzalez: Yo sí puedo hablar absolutamente de toda, absolutamente de toda la investigación, porque no falté un día. Fueron casi seis meses, de los cuales los primeros 35 días no vine a mi casa, por ejemplo. Me iban a visitar o me llevaban ropa.

Mariano Pagella: El agente Carlos González está a cargo de una de las partes más importantes: la brigada de investigaciones. Su tarea principal es salir a investigar los detalles, las pistas que reúnan Apolo y su equipo. 

Carlos Gonzalez: Formamos un grupo de 35 personas, sobre 200 y pico de personas que había en la Brigada de Investigaciones. 

Mariano Pagella: Son los detectives. Están separados de la policía “común” que patrulla las calles. Hay una en cada distrito de la provincia y hasta tienen su propio edificio. 

Carlos Gonzalez: Habilitamos tres habitaciones, solamente para el banco. Teníamos una puerta que nos separaba del resto del edificio. 

Mariano Pagella: Solo el equipo que trabaja en el caso tiene permitido el ingreso a esas habitaciones. Se aíslan del resto de los investigadores: esto es demasiado importante para arriesgarse a que haya algún tipo de filtración de información. 

Carlos Gonzalez: Yo me aboqué absolutamente a esto.

Mariano Pagella: Paralelamente, la fiscalía también arma su equipo para ir preparando el caso con las pruebas que le llegan. Y uno de los integrantes de ese equipo es Gastón Garbus. 

Gastón Garbus: Me convocaron para trabajar en esta Fiscalía a partir de lo que ocurrió con el banco porque, bueno, se necesitaba más gente para poder llevar adelante la investigación y además atender las cuestiones que tenían que ver con el trámite de causas normales de la Fiscalía.

Mariano Pagella: Todos los engranajes del operativo ya están listos. En total son más de 40 personas. Apolo, como fiscal de instrucción, es el líder. Él decide qué pistas debe chequear la brigada de investigaciones bajo la dirección del agente de policía Carlos González. Y luego este le informa al fiscal Apolo de cada novedad. Él toma las decisiones, pero todos sienten el peso de resolver este caso.  

Ariel Apolo: Y bueno, se empezó muy minuciosamente a desarrollar toda la tarea investigativa, no?

Mariano Pagella: Uno de los primeros pasos en cualquier investigación de este tipo es buscar filmaciones de cámaras de seguridad, tanto en el lugar del hecho como en los alrededores. Por suerte, el banco tiene un sistema de seguridad que registra todo lo que sucede dentro. Gastón Garbus, de la fiscalía, recuerda que es así como empieza la investigación.

Gastón Garbus: Un sistema antiguo para lo que es ahora, que es de VHS, donde había nueve cámaras instaladas que tenían esa forma de almacenamiento.

Mariano Pagella: Esos VHS se almacenan en el búnker de vigilancia del subsuelo del banco. La policía inspecciona cada uno de los equipos de grabación… y están vacíos. Los ladrones se llevaron los videos de las cámaras.

Gastón Garbus: Pero a su vez tenía otras cámaras que reportaban directamente a la sede central del Banco Río, en las que esas si eran grabadas en formatos digitales.

Mariano Pagella: O sea, el banco tiene un doble sistema de filmación: los ladrones se llevaron las grabaciones de las cámaras analógicas, pero también hay una serie de cámaras digitales. Esas filmaciones sí quedan y llegan a manos del fiscal Apolo y la fiscalía. Pero…

Ariel Apolo: Hoy creo que hasta una cámara casera tiene mejor definición de lo que en el 2006 tenía el Banco Río. Eran realmente… realmente malas.  

Mariano Pagella: Las cámaras tienen muy poca resolución, y es imposible distinguir los rostros de los ladrones. Pero lo que se encuentra el fiscal es lo que el guardia de seguridad Walter Serrano ya vio en las cámaras el día del robo, antes de que los ladrones lo sacaran del bunker.

Primero entra el hombre del guardapolvo, seguido por uno de camisa. Este saca una pistola rápidamente.

Luego entran otros dos hombres, uno de lentes… y uno con un traje. Es el famoso “hombre del traje gris”, que negoció con la policía.

El quinto hombre lleva puesto un chaleco, lentes y una gorra, y es quien   cierra la puerta del banco.

En las cámaras del primer piso se ve subir al hombre del guardapolvo, ahora con una escopeta en sus manos. Esto llama la atención de los fiscales: las réplicas de armas que dejaron los ladrones fueron tres pistolas, no había ninguna escopeta.

Luego de unos minutos, se ve como mueven las cámaras hacia el techo, para que no los registren más. En total son cinco personas.

Las imágenes no aportan muchos detalles sobre los ladrones, así que los fiscales tienen que recolectar la mayor cantidad de información posible de todos los que estuvieron presentes el día del robo. Llaman a rehenes, empleados del banco y testigos. Durante los días siguientes al robo, decenas de personas son citadas por la fiscalía. Una de esas personas, es la gerenta del banco, que da una pista. Gastón Garbus, el secretario de la fiscalía, recuerda perfectamente el testimonio.

Gastón Garbus: La gerenta recuerda que un año y medio antes había existido un episodio en el que tuvo que dar intervención a la policía porque había dos personas dentro de la entidad bancaria sacando fotos a distintos lugares del local.

Mariano Pagella: Está prohibido sacar fotos dentro de un banco, así que el personal de seguridad llamó a la policía. Eran dos hombres, que dijeron que hubo una confusión. Uno dijo que ya fue cliente del banco y quería abrir una cuenta nueva. El otro dijo que lo estaba acompañando y mientras esperaba se puso a probar su cámara nueva. La policía revisó la cámara, la abrió y vió que ni siquiera tenía tarjeta de memoria.

Gastón Garbus: Pero dejaron asentado un incidente en un libro, con los nombres y apellidos de estas dos personas y qué era lo que había detectado la gerenta en ese momento.

Mariano Pagella: La fiscalía los investiga y ninguno tiene antecedentes penales. Entonces lo archivan en el expediente, anotan sus nombres, y siguen adelante.

Ya desde el día siguiente al robo, Apolo le encarga a la brigada de investigaciones revisar el túnel por el que salieron los ladrones. Gonzalez descubrió que los ladrones construyeron un dique en un desagüe para escapar en botes inflables. Saben el lugar exacto por el que salieron: una alcantarilla en un cruce a unas 12 cuadras del banco. 

Carlos Gonzalez: Ya teníamos absolutamente claro que por ahí habían salido. Así que bueno, subimos, salimos por ahí, hicimos una cuadrícula y empezamos casa por casa a tomar declaraciones.

Mariano Pagella: Gonzalez empieza a hablar con los vecinos del lugar, para ver si alguno había visto algo sospechoso. Uno de los testigos, responde que sí.

Carlos Gonzalez: Una empleada doméstica dice que veía cuando sacaba a pasear el perro de la familia, todas las mañanas una cuadrilla que trabajaba ahí hasta el mediodía.

Mariano Pagella: Según la señora, eran tres o cuatro personas, que parecían ser operarios de alguna empresa. La señora también cuenta que armaron una carpa cerca de la alcantarilla…

Carlos Gonzalez: Y que ella había entablado charla con un muchachito joven, muy lindo. Así que bueno, se había enamorado la señora.

Mariano Pagella: La señora dice que el joven era delgado, con barba, pelo corto y lentes. González trabaja con un artista para armar un identikit detallado. Otros vecinos confirman que desde el día del robo esa carpa desapareció y los operarios no volvieron más. Varios testigos también dicen que durante varios días antes del robo hubo una camioneta, una “combi”, estacionada en la vereda, junto a la alcantarilla.

Carlos Gonzalez: La misma empleada que paseaba al perro nos dio la descripción del que manejaba la combi, porque permanecía horas ahí sentado.

Mariano Pagella: Gonzalez arma una hipótesis: que los ladrones, una vez que salieron de la alcantarilla, se subieron a esa camioneta que los estaba esperando y escaparon con el botín.

Con detalles como estos y sus nuevos descubrimientos, cada día la brigada de investigaciones le entrega un informe al fiscal Apolo.

Informe tras informe, pasa una semana. Ante cada nueva pista, el fiscal Apolo manda a la brigada de Gonzalez a investigar….  

Ariel Apolo: Hicimos otros procedimientos, otros allanamientos anteriores que dieron un resultado negativo y descartamos… después fuimos descartando esas hipótesis.

Mariano Pagella: …pero todavía no tienen nada. Y la presión de sus superiores va en aumento. Cada día que pasa, parece que los ladrones se burlaran más.

Ariel Apolo: Tuvimos intercambio de información con algunos juzgados de instrucción de la nación, con algunas otras bandas de boqueteros también.

Mariano Pagella: Ninguno de esos contactos aporta información relevante. Parece que los ladrones cubrieron perfectamente sus huellas…

Hugo Matzkin: Lo primero que se hizo fue tomar la información base.

Mariano Pagella: …hasta que Matzkin y su equipo a cargo del análisis de llamadas telefónicas del día del robo hacen un descubrimiento importante.

Hugo Matzkin: Un canal de televisión había recibido una llamada de adentro del banco, supuestamente hasta ese momento, donde le decía que querían salir al aire para manifestar que tenían una toma de rehenes. 

Mariano Pagella: Al ser un caso tan importante, las autoridades de la provincia de Buenos Aires ponen a disposición a un equipo especial. Se trata de la Dirección General de Investigaciones Complejas de la provincia. Su jefe es Hugo Matzkin, y dentro de la dirección existe un área que tiene un software especial para analizar telecomunicaciones.

Hugo Matzkin: Estos sistemas no escuchan llamadas. O sea, esto es como una vieja planilla, nada más que metida dentro de una máquina que analiza patrones que manda la empresa por formato digital, que permiten hegemonizarlos y analizarlos en un contexto de patrones, no?

Mariano Pagella: Esto se puso un poco complejo, así que vamos a explicarlo bien simple. Básicamente, el sistema se llama VAIC: son las siglas de Vínculos por Análisis Informático de las Comunicaciones. Lo que hace ese VAIC es procesar datos de las torres telefónicas. 

Hugo Matzkin: Bueno, eso lleva un montón de recopilación de información de torres que pueden llegar a copiar hasta dos millones de registros de comunicaciones latentes.

Mariano Pagella: El equipo de Matzkin toma la información guardada el día del robo en todas las torres que cubren la zona del Banco Río. La cargan en el VAIC y la empiezan a analizar, para ver si encuentran números “sospechosos”. Por ejemplo, los que ya están en las bases de datos policiales registrados en otros delitos. O que hayan hablado con delincuentes conocidos. En el caso del Banco Río son casi quinientos mil registros. 

Aparentemente, los ladrones llamaron al canal de televisión y dejaron un número de teléfono. Esto que parece ser insignificante… se va a convertir en un gran error de la banda, que los fiscales van a aprovechar.

Garbus, el secretario de la fiscalía, recuerda perfectamente los detalles. 

Gastón Garbus: Ese medio por una cuestión de política de la empresa decidió no sacarlos al aire, pero le pasó el número telefónico al personal policial.

Mariano Pagella: Pero el motivo real de esa llamada era otro…

Gastón Garbus: Como los autores necesitaban que el personal policial piense que todavía estaban dentro de la entidad bancaria, mientras en realidad se estaban yendo por un túnel necesitaban mantener contacto telefónico permanente con algún medio de comunicación y si es posible, salir en vivo para que crean que en definitiva todavía estaban dentro del banco cuando no estaban y así evitar que irrumpan. 

Mariano Pagella: El equipo de investigación chequea los registros de ese número de teléfono. 

Gastón Garbus: Ese chip, para decirlo de alguna manera, no nos dijo absolutamente nada en cuanto a las llamadas. Es decir, analizamos las llamadas entrantes y salientes de chip, nada, no tenía ningún dato relevante. 

Mariano Pagella: Nada. Es un chip con un número de teléfono que se compró, se usó el día del robo y después se tiró. Es algo que los ladrones saben que deben hacer para que no los atrapen. Podría haber sido otro camino sin salida… si no fuera por Matzkin y su equipo experto en telecomunicaciones.

Hugo Matzkin: A partir de ese número telefónico es donde la cascada dio el resultado en el análisis telefónico. O sea, tarde o temprano iba a ser igual. Esto lo aceleró un montón y lo ayudó un montón. Sé que uno de ellos dijo yo no contaba que supieran con esta tecnología lo que podíamos hacer con los teléfonos.

Mariano Pagella: Ese número se convierte en una pieza clave de la investigación, porque este robo ocurre en un momento muy particular de la tecnología móvil.

Hugo Matzkin: Cuando sucedió este hecho estaba migrando la tecnología celular en la Argentina. En ese momento ingresa a la Argentina el sistema GSM. El famoso chip celular.

Mariano Pagella: Matzkin y su equipo se ponen un objetivo: desarrollar un nuevo sistema que permita identificar los números del chip, las tarjetas SIM, pero también identificar el teléfono donde se está usando.

Hugo Matzkin: El Grupo Analista de Delitos Complejos en cuanto a las comunicaciones, se preparó casi medio año antes, viendo cómo funcionaba en Estados Unidos el GSM, que era el famoso chip.

Mariano Pagella: Ahora, el sistema VAIC para análisis de llamadas puede analizar el teléfono en el que se utilizó un chip, y a partir de ahí conocer todos los chips que usó ese teléfono en el pasado. Y los ladrones no saben esto, porque este robo… es el primer caso en el que se va a probar esta tecnología.

Hugo Matzkin: Fue cronológicamente el primer hecho por la parte del implementacion. Esta fue la primer causa. 

Mariano Pagella: Esta no solo puede convertirse en una de las pistas más importantes, es la primera gran prueba del nuevo VAIC.

Primero investigan el número que dejaron en el canal de televisión. Nada, ni una llamada. Pero desde ese número identifican el aparato telefónico en el que se usó. Y lo empiezan a analizar.

Gastón Garbus: Entonces a partir de eso lograron dar con 4 chips que habían sido adquiridos y comprados al mismo tiempo.

Mariano Pagella: Garbus, el secretario de la fiscalía, explica que esto le permite al equipo del VAIC empezar a filtrar esos cientos de miles de registros de llamadas que tenían de las antenas de telefonía… en cuatro chips. Y se fijan con qué otros números hablaron estos en los meses anteriores.

Gastón Garbus: Hay un montón de circunstancias que permiten esa depuración. Tienen que ver con la rutina de llamadas, con la rutina de la utilización de antenas, con las llamadas entre sí bajo la misma antena.

Mariano Pagella: Eso lleva a decenas de números nuevos y sus aparatos. Entonces, con toda esa información, empiezan a armar un mapa. Como en las películas, ¿vieron cuando los detectives empiezan a pegar fotos y papeles en una pared y los unen con hilos? Bueno, algo parecido a eso, pero con números de teléfono.

El paso siguiente es tratar de identificar cuáles de esos teléfonos pudieron haber participado del robo.

Gastón Garbus: Se hicieron lo que se llama una telemetría, que es un análisis de movimiento en tiempo real de los teléfonos de acuerdo a las antenas que van siendo utilizadas en un recorrido determinado.

Mariano Pagella: Las antenas de telefonía guardan la información cada vez que un teléfono se conecta a una. Así que el equipo del VAIC se fija a qué antenas se conectaron esos números el día del robo, para reconstruir el camino que hicieron.

Gastón Garbus: Cada uno de los imputados a las 7 de la mañana del día del hecho arrancó desde sus domicilios, se fueron acercando hacia el banco, se fueron acercando hasta que en el horario que se produce lo del banco hay un silencio.

Mariano Pagella: Sí… de todo ese mapa de llamadas entrecruzadas y chips, detectan cinco teléfonos que el día del robo llegan al banco… y exactamente cuando comienza el robo, a las doce y media, los teléfonos no se usan más. Hay silencio…

Gastón Garbus: …un silencio que dura todo el tiempo que ellos estuvieron dentro del banco. Y una vez que termina ese silencio, vuelven a salir y el recorrido muestra cómo se reúnen en un domicilio en José León Suárez, que es donde se entiende que se habría repartido el botín para que luego cada uno de ellos se fuera hacia su casa.

Mariano Pagella: Ese descubrimiento coloca a esos números como sospechosos muy claros del robo. Para Matzkin y el equipo del VAIC, esto es una prueba de que el nuevo sistema… funciona.

Hugo Matzkin: Hoy pareciera normal, en ese momento era ciencia ficción. Subestimaron técnicamente a la Policía.

Mariano Pagella: Así que empiezan a indagar más y chequean qué hicieron esos cinco teléfonos durante los meses anteriores al robo.

Gastón Garbus: Por supuesto, tenían llamadas telefónicas en el lugar del hecho, antes del hecho. 

Mariano Pagella: Durante meses, los ladrones van y vienen del lugar del robo, sin sospechar que existe esta tecnología. 

En este punto puede parecer que ya está. ¡Se resolvió el caso! Podría ser… excepto por un detalle: La mayoría de los chips que usaron antes del robo y los contactos entre los que hablaron están registrados bajo nombres falsos. 

La mayoría… no todos

Gastón Garbus: En resumidas cuentas, esto nos da una primera aproximación y nos revelaba tres nombres: uno García Bolster…

Mariano Pagella: Sebastián García Bolster. Aparece como el titular de un chip que se usó meses atrás en uno de los teléfonos identificados. Y el segundo:

Gastón Garbus: …Luis Mario Vitette Sellanes, que tenía llamadas telefónicas a Uruguay, no? Por ese teléfono.

Mariano Pagella: Ese lo identifican porque de los cinco teléfonos detectados el día del robo, cuatro no volvieron a activarse… pero uno sí. El mismo número que los ladrones dejaron en el canal de televisión llamó a dos números de teléfono en Uruguay, ambos registrados por personas con el apellido “Vitette”. Cuando lo buscan en la base de datos de la policía, encuentran que se trata de la hija y el padre de un ladrón con un gran prontuario: Luis Mario Vitette Sellanes. 

Y el tercer nombre lo encuentran por un locutorio…

Gastón Garbus: …en el que trabajaba Alberto de la Torre.

Mariano Pagella: El locutorio lo encuentran porque la información que tiene el VAIC indica que todos los chips de esos cinco teléfonos identificados se compraron y se activaron ahí, todos el mismo día. El dueño del locutorio se llama Alberto de la Torre.

Para Matzkin y el equipo del VAIC estos resultados representan un gran triunfo.

Hugo Matzkin: El trabajo realmente fue un trabajo titánico y que llevó a que el VAIC se potencializara en cuanto a su aplicación en toda la República Argentina para la justicia que lo requiriera. Así que si, para mí es el orgullo más grande que tuve en mi carrera, no obstante haber sido tantos años jefe de policía. Ese es mi orgullo en la policía.

Mariano Pagella: El equipo del VAIC toma toda esa información y arma una presentación super detallada. Finalmente los fiscales tienen pruebas concretas y una sensación de que los ladrones… están a su alcance.

Es el sábado 4 de febrero. Ya pasaron tres semanas del robo. 

Matzkin y el equipo a cargo del análisis de las comunicaciones van hasta el “cuartel general” de la brigada de investigaciones. 

Tiene que presentar toda la información que recolectaron a Apolo. Y una vez que Apolo lo evalúe, puede autorizar al agente Gonzalez a investigar a los sospechosos.

Hugo Matzkin: Y me acuerdo ese día porque en una pizarra desplegamos una… como una filmina con el VAIC y explicándole al fiscal, explicándole toda esta técnica.

Mariano Pagella: Recordemos que es la primera vez que se usa la nueva versión del sistema de análisis de llamadas, que permite localizar tanto el chip como el aparato telefónico. Entonces le tienen que explicar a Apolo y a Gonzalez… básicamente lo mismo que expliqué yo hace unos minutos. Pasa una media hora, todavía están en el medio de la explicación, cuando de pronto… 

Hugo Matzkin: …un grupo que estaba trabajando entra y dice “tenemos una mujer que viene a contar la historia”.

Mariano Pagella: Es la mujer que estuvo llamando durante toda esa mañana para hablar con Apolo. Como Apolo tiene la reunión con Matzkin en el edificio de la brigada, pide que primero la lleven ahí, para ver qué es lo que tiene para decir. Y después le tomará declaración formal en la fiscalía. 

Apolo se reúne con la mujer en otra sala. Al llegar al despacho, dice que su nombre es Alicia di Tullio.

Ariel Apolo: Nos empieza a relatar del hecho, nos habla del uruguayo, nos da la descripción física, nos habla de un tal Fernando que tenía un amigo que le decían “Marciano”… 

Mariano Pagella: La mujer no da muchos datos específicos. Los describe por apodos o nacionalidades… no es información clara. Así que hasta ese momento es una persona más de tantas otras con las que habló Apolo. Pero entonces, la mujer dice que su esposo forma parte de la banda. Y de él si da el nombre completo. Le dice al fiscal…

Ariel Apolo: …que es la esposa. No sé si la esposa o la concubina de Beto de la Torre y bueno que fue uno de los partícipes.

Mariano Pagella: Dice que el nombre de su esposo es Alberto, o Beto, de la Torre. 

Cuando Apolo termina de hablar con esta mujer vuelve a la reunión con Matzkin y se da cuenta de que Alberto de la Torre es uno de los nombres que aparecen en el informe de los teléfonos.

Ariel Apolo: Y bueno, esta es una pieza del rompecabezas que no teníamos en ese momento y que va encajando con otras que vamos después corroborando, no? 

Mariano Pagella: La mujer también menciona a un uruguayo al que le dicen “Mario”. Y en el informe de Matzkin figura Mario Vitette, con llamados a familiares en Uruguay…

Hugo Matzkin: Cuando empezó a dar nombres dijimos tac, tac, tac, tac hizo la conjunción, lo cual realmente es determinante, o sea, no desmerece el VAIC a la información que se aportó mediante un testimonio.  

Mariano Pagella: Los fiscales y agentes no pueden creerlo. Varios de los nombres aportados por esta testigo están dentro del informe de Matzkin. Y esas dos cosas, el testimonio de Di Tullio y el informe de Matzkin, empiezan a hacer encajar otras piezas.

¿Se acuerdan que Garbus, el secretario de la fiscalía, nos contó sobre el testimonio de la gerenta del banco? Ella se acordó de un hecho donde dos hombres entraron a sacar fotos.

Gastón Garbus: Cuando llega el personal policial identifica a estas personas y estas personas eran Fernando Araujo y Sebastián García Bolster.

Mariano Pagella: Sebastián García Bolster. El mismo que está en el informe de Matzkin como el dueño de uno de los teléfonos. Y Alicia di Tullio dijo que uno de los integrantes de la banda se llama Fernando…

Lo más llamativo, es que aquel hecho que contó la gerenta… ocurrió en el año 2004. 

Ariel Apolo: Acá había planificación, había mucha planificación, de hecho, esa planificación tuvo más de un año y medio.

Mariano Pagella: La brigada de investigaciones de Gonzalez empieza a buscar datos de estas personas, para armar perfiles. Encuentran que Alberto de la Torre es un ladrón con un prontuario muy extenso. Prácticamente pasó la mitad de su vida en prisión por distintos robos.

Carlos Gonzalez: Ladrón viejo, ladrón serio, ladrón de verdad. De la Torre es un ladrón de la vieja escuela.

Mariano Pagella: Mario Vitette Sellanes también es un ladrón con varias detenciones. Tiene condenas por robar como “escruchante”, entrar a casas u oficinas cuando están vacías. En una época incluso se lo conocía como “el hombre araña”.

Los otros dos, Fernando Araujo y Sebastían García Bolster no tienen antecedentes. Pero Gonzalez vuelve a las descripciones que había reunido en el lugar por donde escaparon los ladrones. Ahí, una señora que salía todas las mañanas a pasear al perro le describió a uno de los “operarios” que trabajaban en la zona.

Carlos Gonzalez: Cuando hizo el dictado de rostro era García Bolster. Era exactamente él.

Mariano Pagella: Esa misma mujer también había dado una descripción de la persona que manejaba la camioneta en la que supuestamente escaparon los ladrones.

Carlos Gonzalez: Nos pusimos a buscar la banda que trabajaba en sus años de ladrón Beto de la Torre. El más parecido era Zalloechevarría. 

Mariano Pagella: Julián Zalloechevarría, otro ladrón con una extensa carrera.

Después de varias semanas de muchísimos caminos sin salida, parece que el caso finalmente empieza a tomar forma. 

Hugo Matzkin: Por un lado muy bien porque avaló lo que ella dijo y lo que ella dijo avaló lo que nosotros teníamos. Pero fue el mismo día, es increíble.

Mariano Pagella: Entonces, pasaron tres semanas desde el robo. La policía ahora tiene los nombres de cinco sospechosos: Alberto de la Torre, Sebastian García Bolster, Mario Vitette Sellanes, Julián Zalloechevarría y Fernando Araujo. Nuevamente, los tres jefes de este operativo empiezan a moverse en conjunto. Creen que pronto pueden tener resultados.

El fiscal Apolo autoriza a la brigada de investigaciones para que empiecen a investigarlos. 

De los cinco sospechosos, el primero al que intentan encontrar es a Beto de la Torre. Se fue de la casa donde vivía con Alicia di Tullio, así que ella aporta datos acerca de los lugares que frecuenta, pero tardan más de diez días en encontrarlo.

Carlos Gonzalez: Se había alojado en un hotel frente a la casa del hijo. Y se compró una camioneta Hyundai Galloper usada. 4 x 4.

Mariano Pagella: La casa del hijo de De la Torre está en el barrio de Flores, en la ciudad de Buenos Aires. Es una casa sencilla, a la que se entra por una puerta angosta.

El oficial asignado para seguirlo le informa a Gonzalez de cada movimiento que hace De la Torre. Le cuenta que lo ve moverse desde el hotel a la casa de su hijo con dos bolsos muy pesados. Va y viene, de un lado al otro. El oficial está seguro de que está transportando el botín y piensa que deberían detenerlo.  

Carlos Gonzalez: Le digo “Esperaaaa, esperá que meta la mano y saque un dólar de ahí”. Y claro, el pibe pobrecito hacía dos días que estaba atrás de él y no se iba, viste. Y vos te tenés que dormir en el auto, esperando que el tipo salga, a seguirlo. O sea, es difícil, pero es la única forma. 

Mariano Pagella: Es el sábado 18 de febrero. Pasaron 5 semanas desde el robo. Hace varios días ya que el vigilante está en la casa del hijo de De la Torre… cuando ve llegar a una pareja, un hombre y una mujer, jóvenes. Es el sobrino de De la Torre y su pareja. Llevan un bebé en un cochecito. Luego de unas horas, a eso de las 8 de la noche, los ve salir… pero nota algo extraño…

Carlos Gonzalez: Salen con un cochecito, un bebé en brazos y el pobre muchachito, flaquito, que no podía arrastrar el cochecito del peso. Entonces ve que en el cochecito llevaba dos bolsas.

Mariano Pagella: El oficial ve que en una de las bolsas se asoma un fajo de dólares. Rápidamente le informa a Gonzalez: “¡Están moviendo el botín!” 

Pero hay un problema: la ciudad de Buenos Aires es una jurisdicción independiente al resto de la provincia. Ni Gonzalez ni su equipo pueden accionar en la ciudad. Él siente que si quiere tener resultados cuanto antes tiene que detener a estar personas. Pueden tener la clave para llegar a los ladrones. 

Carlos Gonzalez: Como a una cuadra ponele, ve un policía de la Federal.

Mariano Pagella: La “Federal” se refiere a la policía Federal, que tiene jurisdicción en la ciudad. 

Carlos Gonzalez: Entonces va y le dice “mira a esa gente que está ahí, soy fulano, lo estoy siguiendo”, dice. “Ahí llevan plata del robo al Banco Río.”

Mariano Pagella: El oficial le explica la situación al policía y le dice que es necesario que detenga a esa pareja. Pero el policía le contesta que no puede involucrarse sin una orden directa. Así que, con Gonzalez, arman un plan.

Carlos Gonzalez: Entonces este muchacho genera una discusión ahí con la pareja. Al escuchar el alboroto cerca de la casa, aparece el hijo de De la Torre. Y era un muchacho fornido, muchacho bien, bien trabajado su cuerpo. “Y qué te pasa a vos con mi amigo?” y le puso una trompada. Le partió el labio. Ahí entonces ya vino el policía a intervenir. Y el vigilante mío a los gritos “Me agredió, me agredió, me agredió”.

Mariano Pagella: Sí, escucharon bien – El vigilante de Gonzalez simula una pelea para que le peguen y de esa forma el policía de la Federal tiene una razón clara para intervenir.

Carlos Gonzalez: Todos en la comisaría, con cochecito y todo. Y llevaba parte de la plata, una parte importante.

Mariano Pagella: En las dos bolsas de ese cochecito hay casi 160 mil dólares. Rápidamente le informan a Apolo de lo sucedido: hay que pedir una orden de detención para De la Torre. Cuando se entere de lo que ocurrió con su hijo, es posible que se dé a la fuga.

Ariel Apolo: Fue todo muy dinámico. Él había estado en la casa del hijo y después se va de ahí. Yo ya bueno había pedido previamente la detención, es decir, estaba tramitando el pedido de detención.

Mariano Pagella: Apolo pide inmediatamente la orden de detención al juez. Tienen que ubicar rápido a De la Torre o pueden perderlo para siempre. Por suerte, Gonzalez le dijo a su vigilante días atrás que instale un dispositivo de seguimiento en la camioneta de De la Torre.

Carlos Gonzalez: Viste que la Galloper la lleva atrás la rueda de auxilio? Pasó, se lo puso ahí, lo dejó y lo empezamos a seguir. 

Mariano Pagella: Gonzalez y su equipo lo ubican en una casa de la ciudad de Buenos Aires. Ven que se sube a su camioneta acompañado de una mujer. Comienzan a seguirlo a través del rastreador que le colocaron. Pero nuevamente, tienen el mismo problema que con el hijo de De La Torre.

Carlos Gonzalez: En Capital no lo podíamos detener. Y agarra General Paz… 

Mariano Pagella: General Paz es una avenida muy grande que bordea toda la ciudad de Buenos Aires. Es la que marca el límite entre la ciudad y el resto de la provincia. Del otro lado de la General Paz comienza la jurisdicción de Gonzalez. 

Carlos Gonzalez: General Paz… y General Paz… y digo “cuando va a salir para la provincia?”.

Mariano Pagella: Lo siguen durante varios minutos…

Carlos Gonzalez: Hasta que se agarró una de esas que sale para San Justo y le cayó la partida ahí. Le cruzaron cuatro autos.

Estaba ahí. Dijo “Muchaaachooos…”.

Mariano Pagella: Desde los cuatro autos apuntan a la camioneta. Le indican a él y a la mujer que lo acompaña que se bajen del vehículo y se tiren al piso.

Beto de la Torre: Este… cuando me tiran al piso, me bajan de la camioneta, me tiran al piso…

Mariano Pagella: Este es Beto de la Torre. Y nunca se va a olvidar de ese momento. No se resiste y sigue las indicaciones de la policía.

Beto de la Torre: …yo discutiendo ahí con la policía, lo primero que hacen, empiezan a revisar la camioneta y a desarmar la goma que tiene atrás.

Mariano Pagella: Cuando ve que la policía se dirige directamente a la rueda de auxilio, Beto recuerda una conversación que tuvo con su esposa. 

Beto de la Torre: Porque yo le dije “Mirá, vamos a hacer una cosa, nos vamos al Paraguay, metemos la plata dentro de la goma de auxilio y la pasamos por ahí.” 

Mariano Pagella: Beto le había contado a su esposa su plan para esconder el dinero en la rueda de auxilio. Ella es la única persona que sabe eso. 

Beto de la Torre: Así que ahí me doy cuenta de que fue ella.

Mariano Pagella: Alberto de la Torre se convierte en el primer detenido por el robo del siglo. Y al instante se da cuenta… de que su mujer lo traicionó. 

“El Verdadero Robo del Siglo” continúa: La policía realiza los primeros allanamientos y comienza a conseguir resultados. Entramos a la cárcel para conocer a Beto de la Torre. Y la brigada de investigación de Gonzalez se acerca al resto de los integrantes de la banda. 

Carlos González: A todos les dije “Che flaco, felicitaciones, porque la verdad se mandaron un golazo”. Y salvo uno, el resto me dijo “la verdad, jefe, lo felicito a usted. Jamás pensé que nos iban a meter preso”.  

Mariano Pagella: El Verdadero Robo del Siglo es una producción original de Adonde Media con el apoyo de Duolingo.

Este episodio fue producido y escrito por mi, Mariano Pagella.

Alejandro Marinelli y Tali Goldman realizaron la investigación periodística.

La edición del guión estuvo a cargo de David Alandete.

La mezcla de sonido fue realizada por mi y Martine Chaussard.

Nicolás Pagella compuso la música original.

La masterización y el diseño de sonido lo hizo Antonio Romero.

Luis Ziembrowski es la voz de Carlos Gonzalez.

La ilustración del episodio es de Tony Ganem.

Martina Castro fue la productora ejecutiva.

Podes encontrar todos los episodios de la serie en robodelsiglopodcast.com o en tu aplicación de podcast favorita.

Gracias por escuchar.Mariano Pagella: Estamos en un punto crucial del robo del siglo. 

 

La policía le pisa los talones a los autores de un golpe que conmocionó a toda la Argentina. Pero lo curioso acá es que una buena parte de la sociedad no quiere que la policía capture a los ladrones. Incluso muchos quieren lo contrario porque ven a los ladrones como los héroes de la historia. 

¿Por qué pasa esto?

Hola, soy Mariano Pagella y en este episodio especial de “El verdadero robo del siglo”, vamos a tomar una pausa para tratar de responder esa pregunta y para eso vamos a conversar con alguien que sabe mucho del tema. 

Alejandro Marinelli: Hola, ¿qué tal? Yo soy Alejandro Marinelli, soy un periodista de Buenos Aires que hace 25 años que trabaja en varias redacciones. En el momento en el que se produjo el robo al Banco Río yo trabajaba en uno de los grandes diarios de la Argentina. 

Mariano Pagella: Alejandro es parte del equipo de producción de esta serie y también de la versión bilingüe y simplificada que Adonde Media hizo para Duolingo, el año pasado. Es la persona que encabezó la investigación periodística de la serie, pero no es la primera vez que se mete en este caso, porque en enero de 2006, cuando fue el robo al Banco Río, él era el editor de Policiales de Clarín, que es el diario más grande de Argentina. Entonces estuvo cubriendo todo lo que pasaba con este robo en tiempo real. Cada día tenía que intentar descifrar lo que estaba pasando. 

¿Qué tal Ale? ¿Cómo estás? 

Alejandro Marinelli: Bien, Mariano. ¿Cómo te va? 

Mariano Pagella: Encantado de que estemos acá teniendo esta conversación. Para empezar, me parece que estaría bueno que nos ayudaras a entender el contexto en el que se produce este robo. Viajemos a enero de 2006. ¿Qué estaba pasando en Argentina en ese momento? 

Alejandro Marinelli: 2006 fue probablemente el año más estable de los últimos 20 años en Argentina. Recordemos que veníamos de la crisis del 2001, que termina precipitando la salida del presidente Fernando de la Rúa y que en 2006 ya gobernaba Néstor Kirchner, que es el presidente que se hace cargo y el primer presidente electo después de esa enorme crisis. Argentina en ese año paga la deuda al Fondo Monetario Internacional, con lo cual se entiende que es un año de cierta tranquilidad económica.  

Mariano Pagella: Bien, perfecto. Entonces, dentro de todo ese contexto es donde sucede de pronto el robo al banco Río, que no es un robo que sucede en cualquier lado, es el Banco Río que está en Acassuso, en San Isidro, es una clase de media alta, o sea viven ministros ahí. Entonces eso ayuda un poco a crear esta imagen de que los ladrones son héroes, ¿no? De que el robo no tuvo víctimas reales porque era gente acomodada y como que se vengaron de los bancos. ¿Puedes explicar un poco la parte económica de esa época? O sea, porque veníamos de la crisis fuerte del 2001, el corralito y todo eso había sido apenas pocos años antes del robo.  

Alejandro Marinelli: Argentina había sufrido una crisis muy grande en 2001 y todavía había como un registro económico delicado. Todavía la economía argentina no había vuelto a recuperarse. En las cifras previas a la crisis. Pero este año, el 2006, es un año de una fuerte recuperación económica. Argentina genera en esos años una multiplicación de su producto bruto interno y es, como decía antes, el momento en que, que es un momento muy simbólico, el momento donde Argentina cancela las deudas con el Fondo Monetario Internacional. Argentina, en ese momento empieza a crecer en cifras que pensamos que estaban olvidadas. El año del robo es un año con mucha tranquilidad económica. Piensen que veníamos de momentos como muy convulsionados y particularmente ese año es un año de respiro.  

Mariano Pagella: O sea que podríamos decir que las cosas están tranquilas dentro de todo y de repente se produce el robo, que además ocurre en la provincia de Buenos Aires, que no es la ciudad de Buenos Aires. La provincia es como un lugar especial, podríamos decir ¿no? ¿Qué estaba pasando en la provincia de Buenos Aires en esa época? ¿Quién gobernaba, por ejemplo?

Alejandro Marinelli: En 2006 la provincia de Buenos Aires la gobernaba Felipe Solá, que es el actual canciller argentino. Felipe Solá es una figura central porque es quien amalgamaba a los dos peronismo en la provincia de Buenos Aires, al peronismo más de izquierda, vinculado al presidente Néstor Kirchner con el peronismo de derecha vinculado a los intendentes de la provincia. Felipe Solá es un tipo que tiene vínculos con el campo, pero también con la política dura del peronismo. La provincia de Buenos Aires es un núcleo político y económico muy vasto. Quién gobierna en la provincia de Buenos Aires tiene resueltas gran parte de las situaciones políticas en la Argentina. San Isidro, el distrito donde ocurre el robo al Banco Río es un lugar tradicional. Es un lugar donde viven muchos ministros, donde viven muchos jueces. Es un lugar de clases altas. Por eso es tan particular que haya pasado el robo en San Isidro. 

Mariano Pagella: Claro, justo ahí es donde ocurre el robo al banco y yo me acuerdo de los días y las semanas después en todos los medios, en televisión, radio, en los diarios que se instala esto de los ladrones buenos, ¿no? los ladrones, como si fueran Robin Hood que le roban a los ricos, que se burlaron de la policía. ¿De dónde sale todo esto?

Alejandro Marinelli: Esta idea de de ladrones simpáticos “Robin Hoodescos”, entiendo que tienen que ver primero con que no hubo heridos. Los recuerdos de tomas de rehenes, de asalto a bancos de los últimos años tenían como mucho registro de delitos violentos. En el caso del banco Río se conjuga esto de no haber disparado y no haber herido a nadie con una organización fantástica de un robo que sorprendió y que seguía sorprendiendo a medida que íbamos sabiendo. Entiendo que esas dos cosas generaron en la gente muchísima simpatía. 

Mariano Pagella: Bueno, en base a esto que decís, hay algo que nosotros contamos en el episodio dos de la serie, que es sobre la herencia de la “maldita policía” que venía de los 90, de una época oscura y de gatillo fácil y de mucha violencia. ¿Te parece que eso tuvo que ver un poco con esta satisfacción que daba ver a la policía en ridículo? ¿Puedes contar un poquitito como cómo era esa historia de qué era la “maldita policía”?  

Alejandro Marinelli: La maldita policía era una policía que se constituyó a mediados de los años 90, dirigida por Mario Chorizo Rodríguez y Pedro Kloutsic, que eran dos comisarios acusados de generar delitos falsos, de provocar casos de muchísima corrupción. Entonces había una memoria de esa, de esa policía corrupta y esa policía salpicada con el delito. Y todavía esa imagen, la nueva policía bonaerense de esos años, la estaba sufriendo. Entiendo que esa simpatía tenía que ver con la distancia, el desprecio por la policía de los años que habían venido. Para la preparación del podcast, yo hablé con Ricardo Ragendorfer – Ricardo es uno de los periodistas policiales más respetados y prestigiosos de acá de la Argentina. Él escribió libros como “El túnel de los huesos”, “La secta del gatillo”, “La Bonaerense”, que son todos materiales en los cuales él investigó a la maldita policía. Así es como él me la define. 

Ricardo Ragendorfer: Es muy difícil explicarlo en pocas palabras, pero se puede decir que la maldita policía fue una generación policial que dejó al descubierto el hecho de que la recaudación policial a través de casi todos los delitos contemplados por el Código Penal era el sistema de sobrevivencia de una policía, de una institución policial que se autofinanciaba y que por lo tanto se autogobernaba. O sea, estamos hablando de una asociación ilícita de personas uniformadas, ¿no?. Una asociación ilícita que todavía tiene como sistema de sobrevivencia la recaudación ilegal. Pero a diferencia de las organizaciones mafiosas en los países con tradiciones mafiosas como Italia, Colombia, México o la ex Unión Soviética, la mayoría de las organizaciones mafiosas son autárquicas. O sea, digamos, tienen cierto grado de enfrentamiento con el Estado. Eso no quiere decir que no haya policías corruptos, pero cuando hay policías corruptos es porque en esos países fueron comprados por la mafia. En la Argentina, en cambio, la policía compra delincuentes.  

Mariano Pagella: Entonces, Ale, teniendo en cuenta esto que dice Ragendorfer, que hay una policía que trae una historia reciente de mucha violencia. Y de repente, quedan en ridículo, como si no estuvieran preparados para un robo como el del banco Río. ¿Qué te contó Ragendorfer sobre el mundo del delito en el año 2006? ¿Cuáles eran los delitos comunes en esa época?

Alejandro Marinelli: Él dice que sí había delitos a los bancos, pero que eran distintos, había golpes de menores con delitos de robos express, delitos rápidos, pero no había delitos complejos como había en otra época con secuestros. Esto es lo que él me dijo:

Ricardo Ragendorfer: Fundamentalmente había asaltos al banco, había mucho secuestro express y había mucho robo de coche, ¿no?  Pero sobre todas las cosas, había una berretización de la delincuencia. No solamente porque estamos hablando de un territorio en el cual antes había fábricas y barrios obreros, y ya en el 2006 o mucho antes, en vez de fábricas y barrios obreros había villas de emergencia y fábricas abandonadas. Sino también porque la crisis del 2001 también y su impacto en la delincuencia. Tomando como ejemplo el afano de autos. Hasta entonces el actor primario era un delincuente calificado que te sabía afanar un coche, sabía entrar en un coche estacionado y sabía con unos cablecitos encender el motor y llevárselo. Y a esos tipos le pagaban, digamos, una guita razonable en los desarmaderos por cada coche que traían. A partir del 2001, ese precio por cada coche robado descendió tanto que esta gente migró hacia otras modalidades delictivas, por ejemplo, el secuestro extorsivo. En consecuencia, el negocio, el actor primario fue ocupado por pibes muy precarizados que digamos frente a su insapiencia de poner en movimiento un coche estacionado, digamos, lo afanaban a punta de pistola con el conductor adentro, lo cual muchas veces terminaba en una fuente inagotable de tragedias, tanto para el chorrito como para el damnificado.

Alejandro Marinelli: Mariano, me parece que es vital para entender a Ragendorfer, hacer una traducción de su lunfardo, de su argot, de su manera de hablar, que es muy de la ciudad de Buenos Aires. Hay palabras que él usa como “afano”, que es “afanar”, es “robar”. Él habla también y dice “guita”, “guita” es el “dinero”. Cuando menciona, dice “chorros” o “chorritos” quiere decir “ladrones”. Y cuando se refiere a “la cana” es “la policía”.  

Mariano Pagella: Perfecto, quedó clarísimo el diccionario lunfardo-español. Y ahí hay dos figuras que aparecen bastante en el podcast, que están muy ligadas al contexto de esa época y sobretodo a esta ridiculización que se genera con el robo que ya mencionaste que son Leon Arslanián, por un lado, y Osvaldo Seisdedos. ¿Puedes contar un poquitito quiénes son y por qué son importantes en esta historia?

Alejandro Marinelli: Leon Arslanián es un abogado y ex juez muy prestigioso y conocido en la Argentina. En ese momento era ministro de Seguridad, pero había sido antes ministro de Justicia durante el gobierno de Menem y había sido uno de los tres jueces que le bajó el martillo a la Junta Militar en la Argentina. Por eso era una figura tan prestigiosa y tan reconocida en la política argentina de entonces. Por otro lado está Osvaldo Seisdedos. ¿Quién es Osvaldo Seisdedos? es un jefe policial de muy alto perfil, un personaje bastante estereotipado que siempre iba con anteojos negros, con un bigote muy de la policía de las películas, un jefe policial que se había hecho muy conocido por su batalla contra los traficantes de autopartes. Un policía que le gustaba aparecer en las fotos, luego sus operativos con ametralladoras cruzadas para que le sacaran una foto con con cara de policía terrible. Está bueno escuchar cómo me definía Ragendorfer a Seisdedos. Escuchemos:

Ricardo Ragendorfer: El jefe del operativo, el comisario Seisdedos, el jefe de la recuperación del banco, el comisario Seisdedos, a quien yo conocí personalmente y era un tipo muy pesado, tenía un apodo que lo describía por entero, sus compañeros le decían “el desnucador”, ¿no?. Y el desnucador había quedado en ridículo. Y eso, desde luego, no pasó de ser percibido para lo que podríamos llamar el público. 

Mariano Pagella: Ahora, algo importante, después de todo este robo, ¿Hubo consecuencias en la policía, hubo alguna reforma? ¿Cambió algo? ¿Tuvo algún tipo de impacto?

Alejandro Marinelli: La verdad que intentar generar reformas o nuevas leyes para poder prevenir que esto no sucediera, las propias autoridades se dieron cuenta de que no tenía sentido. Este había sido un robo completamente excepcional fuera de la norma. Lo que pasó en ese momento no se iba a volver a repetir. El asalto al Banco Río fue un robo completamente fuera de lugar, por sus características, y lo vamos a ir viendo a medida que pasen los capítulos.  

Mariano Pagella: Claro, fue algo demasiado único como para querer hacer algo alrededor del robo. Y hay otra parte que quedó muy marcada junto con el robo, que incluso es una de las cosas que más perduró con el paso del tiempo, que es el enojo con los bancos, incluso mucho más de la burla hacia la policía. ¿No? Es como que se celebraba que le hubieran robado a un banco por lo que pasó con el corralito y todo eso.

Alejandro Marinelli: Si todavía en esa época duraba el rencor con los bancos por lo que había pasado en el 2001, el corralito. El corralito fue una confiscación de los depósitos de las cajas de ahorro. La gente en un momento no pudo sacar su dinero y se agolpó sobre la puerta de los bancos. Recordarán las imágenes de la gente con las cacerolas golpeando las persianas de los bancos. Eso fue algo que durante muchísimo tiempo costó cicatrizar la relación entre los bancos y la sociedad argentina.  

Mariano Pagella: Claro, y todo esto es que vos estás contando es algo que que trasciende a la Argentina, ¿no? O sea, esa bronca contra los bancos, contra el sistema, la policía corrupta. Bueno, “La casa de papel”, por ejemplo, que es una serie española súper exitosa de Netflix, toca todos estos temas también. Y hay cierta polémica atrás de que se habrían inspirado en este caso, ¿no? ¿Sabes algo de eso?

Alejandro Marinelli: Sí, mira, es interesante porque yo hablo con los ladrones, con la banda que cometió el asalto al Banco Río y ellos son muy claros respecto de lo que pasó con “La casa de papel”. Ellos dicen que la serie “La casa de papel” fue plagiada, que fue tomado su argumento del robo al Banco Río. Ellos lo dicen en los medios argentinos. Lo dicen en la televisión y hasta casi que lo dicen con cierto enojo en vez de sentirse homenajeados porque hay series en otros lados que fueron basadas en ellos, lo dicen con cierto enojo. Creo que hasta les gustaría que haya más reconocimiento público sobre eso. 

Mariano Pagella: Bueno, eventualmente tuvieron una película, ellos tienen su serie de podcast, así que están teniendo su reconocimiento también, ¿no?. Y hay otro tema dentro del robo también, que es el tema de las víctimas.  Las personas que tenían sus cajas de seguridad y que se las robaron. Ya vamos a hablar de esto en la serie, pero fue parte de la narrativa de este robo que los bancos y las aseguradoras iban a cubrir lo que se robaron. ¿Eso fue así? ¿Qué pasó con eso?

Alejandro Marinelli: Allí hay un problema porque cada caja tenía un monto de aseguración, que en este caso era de 50.000 dólares. Dentro de muchas de las cajas había montos superiores de gente que había vendido casas y los montos eran mayores y la ponían ahí justamente para no declararlas. Entonces, cuando hicieron los reclamos, tenían que demostrar  que el dinero que había dentro de esas cajas era más que el monto del seguro y por esta razón entonces el banco tuvo que poner la diferencia con lo que pagaba el seguro.  

Mariano Pagella: El tema es que no estamos hablando de plata, nada más. O sea, en esas cajas había objetos personales, cosas de valor sentimental que no se cubren con dinero ¿no?. 

Alejandro Marinelli: Sí en las cajas, como bien decís, no sólo había dinero, sino un montón de joyas, pergaminos, cuadros. Había gente que reclamaba obras de arte. De hecho, había en una de las cajas que era de la embajada de China, había una pieza que era de la dinastía Ming, que por suerte fue recuperada. Había un montón de cosas que había que discutir en su evaluación. Por eso se pidieron tasaciones a especialistas, y así los dueños de las cajas, tuvieron que llevar una foto para demostrar que determinada joya o determinada pieza o determinada obra de arte era suya y no de otros. 

Mariano Pagella: Bien, clarísimo. Pero, eh, algo que quedó como latente con el robo durante durante la cobertura del caso en el 2006 es como que esas víctimas fueron menospreciadas por los medios. Como si el robo no hubiera tenido víctimas, ¿no? como si fueran invisibles. ¿Te parece que fue así en ese momento?  

Alejandro Marinelli: Sí, acá hubo una invisibilización de las víctimas, no aparecían. Hubo una decisión de muchos de ellos, de primero por miedo, por la idea de que los ladrones pudiesen tener represalias. Yo intenté durante muchos momentos de la investigación periodística del caso, vi a los abogados, poder charlar con algunos de los damnificados y fue eso muy, muy difícil. Solo aparecieron en el juicio y cada vez que se cumplía un aniversario intentábamos, habiendo pasado los años, nos encontrábamos siempre con la negativa de los damnificados a hablar. Creo que ellos fueron olvidados inicialmente y después ellos se protegieron decidiendo no aparecer.

Mariano Pagella: Bueno, hasta acá llegamos con este episodio especial de “El verdadero robo del siglo”. Mil gracias, Ale, por ayudarnos a entender las claves y el contexto de este caso en un país tan complejo como es Argentina. 

Alejandro Marinelli: No de nada. Mariano, creo que es importantísimo poder haber hablado estas cosas para que quienes lo escuchen, entiendan, y tengan un marco histórico de lo que fue este irrepetible robo al Banco Río, que se cumplieron 15 años y que aún hoy es terriblemente vigente.  

Mariano Pagella: Y en el próximo episodio, “El verdadero robo del siglo” continúa.  La banda está a punto de caer. Lo que parecía ser el robo perfecto empieza a desmoronarse. La policía despliega un enorme operativo para comenzar a detener a los sospechosos. 

A medida que son detenidos, los identifican: el hombre del guardapolvo, el ingeniero o el hombre del traje gris. Los medios vuelven a poner el caso en primera plana y con cada nueva detención, el periodista Rodolfo Palacios va a hacer lo imposible para acercarse y descubrir a la banda del robo del siglo. 

“El verdadero robo del siglo” es una producción original de Adonde Media con el apoyo de Duolingo. 

Este episodio fue producido y escrito por David Alandete. 

La mezcla de sonido fue realizada por Martine Chaussard. 

Nicolás Pagella compuso la música original. 

La masterización y el diseño de sonido los hizo Antonio Romero. 

La ilustración del episodio es de Toni Ganem. 

Martina Castro fue la productora ejecutiva.  

Podés encontrar todos los episodios de la serie en robodelsiglopodcast.com o en tu aplicación de podcast favorita. 

Mi nombre es Mariano Pagella.

Gracias por escuchar.

 

© 2021 Adonde Media – All rights reserved